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Recuperando la Esencia Perdida:

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Imagen de kjpargeter en Freepik

Un Viaje de Redescubrimiento Personal.

Este artículo surge con la intención de exponer y compartir mi experiencia con ustedes, con la esperanza de poder ayudar y servir como ejemplo de que nunca es tarde para encontrar nuestro camino nuevamente. Es probable que muchos se identifiquen con esa sensación de estancamiento o falta de impulso para seguir creciendo, tanto personal como profesionalmente.

Mi nombre es Marco Iván Nava y, a mis 34 años, he experimentado esa sensación de sentirme perdido, sin comprender por qué me encuentro estancado, la falta de confianza que tuve en mí mismo, en mis decisiones y al querer aparentar ser alguien que no era. Todo esto sucedió sin que me diera cuenta, mi subconsciente actuó de forma defensiva, temiendo al rechazo, al fracaso e incluso a ser lastimado sentimentalmente. Me volví una persona apática, sin ideas, siempre reteniendo mis sentimientos y pensamientos. Mi vida parecía destinada a la monotonía y la falta de progreso, viviendo únicamente para sobrevivir día a día.

Este sentimiento es algo común entre las personas adultas que se encuentran atrapadas en la rutina y la estabilidad económica necesaria para sostener sus vidas. A menudo, nos conformamos con una existencia que nos proporciona lo mínimo necesario para subsistir, pero que no nos llena de esperanza ni nos acerca a los sueños que una vez tuvimos.

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Monotonia.

Como esposo y padre de tres hijos, me encontré atrapado, solo existía pero no vivía realmente, relegando mis metas personales y sentimientos auténticos a un segundo plano. Perdí de vista mis sueños y la singularidad que tanto anhelaba cuando era más joven. Con el paso de los años, las decisiones y las influencias sociales, los comentarios desalentadores, como

  1. "ya estás grande, debes madurar"
  2. "deja de soñar y sé realista"
  3. "no eres tan bueno como crees"
  4. "deja de ser tan cursi y empalagoso"

minaron mi confianza y motivación sin que me diera cuenta. Me volví una versión reprimida y falsa de mí mismo, tratando desesperadamente de encajar en un molde impuesto por los demás. Sin embargo, soy el único culpable de perder todo eso y convertirme en el zombi que era.

Es un fenómeno frecuente que suele ocurrir durante la adolescencia y la adultez, donde nuestros sueños y aspiraciones se ven eclipsados por las expectativas sociales y los comentarios desalentadores de los demás.

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Viaje de Redescubrimiento

Hubo un momento crítico en mi vida, una situación tan desesperante que me hizo despertar y analizar qué había pasado en estos últimos años, ¿dónde he estado?, ¿por qué perdí mi vida? Recuerdo con nostalgia mi adolescencia, una época en la que estaba lleno de seguridad, vanidad y optimismo. Muchos nos llegamos a sentir dueños de nuestro destino, e incluso a ser invencibles ante cualquier situación. Las redes sociales existen desde hace más de 20 años y si eres como yo, entonces desde joven las empezaste a usar. Hice un repaso de mis fotos, posteos, analizándome yo mismo en qué momento todo cambió.

Ese viaje de Redescubrimiento me hizo sentir muchas emociones que en mucho tiempo no había sentido. Reí, lloré, extrañé e incluso sentí vergüenza en algunas publicaciones tan ocurrentes. Reí, lloré, extrañé e incluso sentí vergüenza en algunas publicaciones sin sentido que hacía. Pero pude reconocer a ese joven temerario, que no tenía miedo a ser juzgado, que no tenía miedo a actuar y hacer lo que su corazón le dictaba. ¿Dónde quedó ese joven? Me vi al espejo y no quedaba nada de ese joven, por más que intentaba sonreír, ya no era la misma sonrisa de ese joven, ¡Ya no estaba esa chispa en la mirada! Era la misma persona pero ahora solo veía a un viejo sin ningún sentimiento en el rostro, con los ojos caídos como si miraran al vacío de la nada, una cara opaca llena de complejos y vacía de emociones. La tristeza me invadió al saber que ya no me reconocía y con lágrimas en los ojos sentí lástima, enojo y decepción hacia mí. Aun asi seguía revisitando mis fotos, me encantaba ver a ese muchacho tan feliz e inspirado "que ya no existía". Pero... ¿Por que no existía? Poco a poco fui dándome cuenta de que solo estaba mirando a ese viejo en el espejo en su exterior, solo me concentraba en la piel decrépita y ojeras permanentes. En cuanto empecé a ver en su interior, pasando por las nubes de tristeza, dejando atrás los relámpagos de arrepentimiento, decepción y resignación, pude ver a ese muchacho, agachado abrazando sus piernas, solo, derrotado y con miedo, esperando a ser rescatado, esperando a que alguien extendiera la mano y lo dejara salir del hoyo tan profundo en el que estaba atrapado.

Collage of me

!Nunca mas te pierdas!

La esencia que nos formó durante la niñez y la adolescencia sigue ahí dentro de nosotros, esperando a que la saquemos de las montañas tan grandes donde la olvidamos, mntañas de complejos, orgullo, mentiras y miedos, que durante años fuimos arrojando sobre ella. He aprendido a deshacerme de la coraza que construí para protegerme de la crítica, la decepción y el fracaso, y permitir que esa versión auténtica y audaz vuelva a salir. A enfrentarme a esos sentimientos que son innegables de experimentar pero son los sentimientos que te hacen sentir humano, que te dan más fuerza y conocimiento. Ahora me enfrento a la vida con la misma alegría y determinación que tenía en mi juventud.

Este proceso no es fácil, ni es de la noche a la mañana, y aunque habrá momentos donde me sienta desalentado, sé que puedo volver a ver el brillo de mis ojos en mis fotos y recuerdos, que deberán ser suficientes para poder seguir luchando. Es un sentido de libertad muy hermoso, saber que de la única persona que dependes emocionalmente eres tú mismo en tu mejor momento.

Te invito a ti también a emprender este viaje de autoexploración. Recupera a tu niño interior, abraza tu autenticidad y audacia, y persigue tus sueños sin temor. No tengas miedo al fracaso ni a los cambios; después de todo, ¿no era la aventura lo que más disfrutábamos en nuestra adolescencia?

Image of me